La publicación de un libro inspirado en el día a día de un instituto público de Badalona (Barcelona) con problemas de convivencia interracial ha puesto en un aprieto a su autor, un profesor de historia, después de que la dirección del centro le ha haya abierto un expediente disciplinario.
EFE En el libro, "La escuela rota. Racismo y exclusión en las aulas", Toni de la Rosa relata, entre otras vivencias, la historia de dos alumnos expulsados de un instituto: Hassan, un chico marroquí acusado falsamente de traficar con droga, y Keita, un gambiano convertido en blanco de las bromas pesadas de tinte racista de sus compañeros y que un día agredió a alguno de ellos.
Aunque en el libro, publicado por Ediciones Carena, no aparecen los nombres reales de estos estudiantes ni se identifica el instituto, las historias están inspiradas en casos que se dieron en el IES "Barres i Ones" del barrio de Llefià de Badalona, en el que Toni de la Rosa ha enseñado durante años. Las expulsiones de estos alumnos merecieron hace unos meses el reproche del Síndic de Greuges, que pidió la revisión de los expedientes, e incluso, en el caso del estudiante marroquí, la denuncia de la organización no gubernamental SOS Racismo. De la Rosa está convencido de que la dirección del centro le ha abierto un expediente como reacción a la publicación del libro -en las librerías desde el mes de enero-, pese a que el IES alega formalmente que el expediente tiene que ver con un blog del profesor en el que supuestamente se refería los miembros del claustro de manera despectiva.
"El libro está basado en hechos reales. Relata el dolor de ver situaciones como las que viví y que afectaban a todos los alumnos, creando un clima muy negativo, pero no aparecen nombres ni identifico a nadie", ha asegurado a Efe el profesor, que cree que la dirección no le hubiera abierto ningún expediente si no hubiera publicado la obra.
De momento, De la Rosa continúa dando clase en el instituto a la espera de la tramitación del expediente, en el que se le acusa de una falta grave por criticar la política disciplinaria del centro. El Síndic de Greuges pidió en junio de 2008 la revisión del expediente abierto contra el alumno marroquí, de 13 años, acusado de tráfico de drogas "por falta de garantías y equitatividad" ya que, entre otras cosas, el adolescente fue registrado por la policía local sin la presencia de su familia, que sólo fue avisada después, lo que vulnera las instrucciones del Departamento de Educación.
Además, critica que la acusación de que traficaba con hojas de marihuana se basara sólo en las confesiones de tres alumnos a un profesor, que además no se incluyen en el expediente sancionador. Unos meses más tarde, en febrero de 2009, el Síndic se pronunció sobre el caso del estudiante de origen gambiano que fue acusado de agredir a otros compañeros, obviando que éste era objeto de insultos cotidianos (como "negro de mierda") y que el día de la agresión había participado en el patio en una pelea en la que recibió golpes de varios alumnos, a los que nunca se les abrió ningún expediente.
El Síndic recordó que el joven no tenía precedentes de mala conducta, la relación con sus compañeros era buena y acudía a clase con regularidad. El defensor del pueblo catalán reprochó además al centro que no hubiera hecho nada para facilitar la aceptación de la diversidad cultural en el instituto, y le recordó que su obligación era comunicar a la fiscalía un presunto delito de agresión racista, en la que la víctima es precisamente el estudiante gambiano. Pese a los escritos del Síndic, el centro no ha cambiado de actitud y el estudiante marroquí está escolarizado en otro centro, mientras que el gambiano continua en el centro, después de estar un mes expulsado. El mismo instituto está siendo objeto de una investigación del Síndic por supuestos interrogatorios irregulares por parte de la policía a otros menores sin el consentimiento de los padres.
De la Rosa da clases de Ciencias Sociales en el instituto Barres i Ones desde 1991, además de ser durante ocho años director de este centro, que escolariza a un 30% de estudiantes procedentes de otros países, sobre todo de China, Marruecos y Ecuador.
Noticia tomada de La Opinión de Murcia
lunes, 6 de abril de 2009
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